Visión

¿Qué es?
Las tendencias más recientes de la gestión señalan que la fuerza que impulsa la acción en una organización es el deseo del avance progresivo hacia el logro de un objetivo compartido, alcanzable y concreto. Este objetivo es la visión que tiene la organización de sus tareas futuras.

Fillion (1991) define la visión como la imagen de la organización proyectada al futuro.

Senge (1992) sostiene que es una fuerza motivadora de la acción capaz de cohesionar a un grupo.

¿A cuáles interrogantes responde?

En un modelo de gestión, el componente 'visión' responde a la interrogante: ¿hacia dónde vamos?, o dicho en otros términos, ¿cuál escuela queremos crear?

Para responder a esta interrogante el punto de partida es la demanda del beneficiario, sus necesidades específicas que son atendidas por la escuela. Para satisfacer las demandas, la institución escolar ofrece determinados servicios o productos y se organiza para generarlos.

Un elemento importante que define a cada organización es el valor agregado que logra incorporar en el producto. En este caso, nos podemos preguntar, cuáles son las destrezas, conocimiento, hábitos, valores, etc., que los niños aprenden en la escuela.

La cultura organizacional es el vehículo o medio para transmitir la visión compartida. Los miembros de la escuela tienen una determinada forma de relacionarse, un estilo profesional, normas implícitas de comportamiento grupal, formas de premiar o sancionar conductas, un código ético. Estos elementos constituyen la plataforma de la Filosofía de gestión institucional, de la cual la visión es el foco de atención hacia el futuro.

Por eso, el proceso de formulación de la visión es una reflexión y evaluación en tomo a las siguientes interrogantes:

• ¿Quiénes son los beneficiarios?
• ¿Cuáles son sus necesidades?
• ¿Qué productos le ofrecemos?
• ¿Cuáles valores agregados producimos?
• ¿Cuáles son nuestros valores compartidos?
• ¿Cuál es la cultura necesaria para alcanzar la visión?

¿Cuáles son sus características?

La visión es dinámica, puesto que al alcanzarse una visión, deben surgir otras imágenes que orienten la acción. La visión es un hito que no es estático, es posible moverlo, redefinirlo, darle nuevos contenidos.

Expresa la aspiración y el deseo de los miembros de una organización. La

motivación más importante a participar o a mantenerse trabajando en una escuela es la contribución personal a una tarea que se considera importante.

Genera compromiso de los participantes con su logro. Los miembros de una escuela que comparten una visión se comprometen con los resultados que se obtienen de cada tarea. La participación va mas allá del acatamiento administrativo de exigencias o metas fijadas externamente.

Es fácilmente comprensible por todos. La visión debe ser sencilla, con un contenido tangible y aprehensible por todos los involucrados, incluyendo a los beneficiarios.

Se define en relación a la satisfacción de las necesidades de los beneficiarios. La atención de las necesidades de los beneficiarios es la fuente permanente de innovación organizacional. La pertinencia del servicio define la eficacia de la escuela, su impacto en la formación de los niños, en las familias y en la sociedad.

Debe ser comunicada y compartida para que tenga impacto. La visión tiene que estar incorporada a la cultura de la organización. Para que sea legítima Y aceptada, su comunicación tiene que ser incesante.

¿Cómo se origina?

La fuente inspiradora de la visión puede ser múltiple: la comparación con otras escuelas exitosas, el deseo de cambio, las aspiraciones de los miembros de la organización, las ideas de grandes pensadores, la evaluación de la organización, las tradiciones.

Del pasado se pueden revisar los logros, las contribuciones, las insatisfacciones de los miembros y los beneficiarios.

Del presente hay que estimar los recursos organizacionales, humanos y materiales; las oportunidades.

Del futuro se pueden explorar las tendencias, los escenarios, las políticas de largo plazo.
¿Cuáles son sus requisitos?

Para que una visión genere compromisos debe ser compartida por un grupo. Más importante que la creación o formulación de una visión es el proceso por el cual los miembros de la escuela llegan a identificarse y comprometerse con ella.

Generalmente se atribuye a los líderes la capacidad para generar visiones, sin embargo el origen puede ser un producto participativo de la indagación de todo un grupo.

La construcción de una visión compartida es parte del desarrollo de una filosofía de gestión.

¿Cuáles son sus beneficios?

La visión compartida favorece el aprendizaje en equipo. La gestión es un proceso colectivo, de interacción entre los participantes, no de comportamientos individuales y aislados como se ha visto hasta ahora. Por eso hay que resaltar los intereses comunes, fomentar y formar a los participantes en el trabajo en equipo

como una forma de potenciar el aprendizaje y avanzar en términos colectivos.

Se obtiene conciencia significativa del objetivo de la escuela. Más allá de las tareas cotidianas, hay que resaltar los resultados que se obtienen y su contribución a un objetivo de consenso.

Establece un marco de referencia concreto en la direccionalidad de las acciones. La visión sugiere medidas que sean eficaces para la escuela y sus miembros. En una organización es imposible normar con anticipación todo el comportamiento, tiene mucho más sentido la orientación positiva de los objetivos generales.

Motiva la innovación y los cambios necesarios para lograr el objetivo. Si los objetivos a para lograr el objetivo. SÍ los objetivos están claros y son explícitos, los resultados de cada acción se evalúan por su contribución a su logro. Este patrón es el impulso o fuerza más renovadora de las innovaciones propuestas o que surgen internamente.

Despierta la capacidad intelectual de los participantes. El diálogo, la confrontación de las visiones personales, la evaluación colectiva, el trabajo en equipo, es un estímulo a la creatividad, iniciativa, formación o dominio personal.

¿Cómo construimos una visión compartida?

Fomentando las visiones personales. El desarrollo de visiones personales fortalece la organización, porque despierta el interés individual y la creatividad en relación al futuro. Por eso, las organizaciones abiertas al aprendizaje o “inteligentes”, como las llama Senge, fomentan el diálogo en tomo a las visiones personales y la formación individual o crecimiento personal como la base en la que sustentan dichas visiones.

Indagando sobre las visiones personales y la pertinencia de la visión actual. Si se quiere conocer las visiones personales, los puntos de acuerdo, los intereses comunes, es necesario realizar encuentros o eventos que permitan la expresión individual y el trabajo reflexivo en equipo acerca de las tareas futuras. Asimismo es importante fomentar la participación y la consulta con los beneficiarios.

Comunicando la visión. Para lograr la identificación y el compromiso con la visión de la escuela que queremos hay que transmitirla por todos los medios posibles, diálogos personales, carteleras, folletos, periódico escolar, radio, etc.

Para ello los responsables de conducir el proceso deben desarrollar una estrategia comunicacional y evaluar permanentemente su impacto positivo.

Es tarea de los líderes la comunicación permanente de la visión. Bennis y Nanus (1991) identifican a los líderes por su capacidad para generar visiones. Lo que hacen los líderes generalmente es prestar atención a lo que ocurre en la organización, visualizar las consecuencias a futuro, fijar una dirección y concentrar la atención de todos los miembros en el nuevo rumbo.

Extracto adaptado del documento para el proyecto GESEDUCA, pp. 27-30. OREALC UNESCO, 1994.